lunes, 16 de marzo de 2015

Palabras De Amor Y Otras Filosofías.

Me sonrío y pienso que el amor siempre hará que el ser humano se reconcilie consigo mismo.
Tadeusz Borowski

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Daydreams.
Marcus Stone (British, 1840-1921)

3. Hay que empezar, Herodoto, por conocer lo que se oculta en las palabras esenciales, a fin de poder, relacionándolas con los cosas mismas, formular juicios sobre nuestras opiniones, nuestras ideas y nuestras dudas.
De este modo no corremos el riesgo de discutir hasta el infinito sin resultados y de pronunciar palabras vacías.
En efecto, es necesario estudiar primeramente el sentido de cada palabra, para no tener necesidad de un exceso de demostraciones, cuando discutamos nuestras preguntas, nuestras ideas y nuestras dudas.
Después hay que observar todas las cosas confrontándolas con las sensaciones y, de modo general, con las intuiciones del espíritu o cualquier otro criterio.
 Igualmente por lo que respecta a nuestras afecciones presentes, para poder juzgar según los signos los objetos de nuestra atención y los objetos ocultos.

Carta a Herodoto (Fragmento)
Epicuro de Samos



domingo, 15 de marzo de 2015



El cosmos es un abismo 
Doménico Cieri Estrada

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                                                                       Giovanna Bindi
                                                                           

Pensamiento desnudo del cosmos
sentimiento amargo.

Los que fueron
ya
no son.

Somos millares de millas
que otros recorrieron
y
mañana
seremos la nada.

M.I.
 


           Crecí para ti. Tálame. Mi acacia implora a tus manos su golpe de gracia.
                                         Juana de Ibarbourou

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                                                                           Annie Ralli               
                                                                                
                                                                           MI MANO

Mis mejores manías murieron meses más meses menos mientras merendaba minestrone, malvaviscos, mermelada,
mascullando morbosamente mis miedos milenarios, malversando mis monedas, masticando miserablemente mi miseria, mirando minuciosa y maliciosamente mi mano mustia, malograda, muerta, muerta como mis mejores manías meses más meses menos mientras me masacraban marasmos mortales.

                                                                MARÍA.ICÓNICA
 
La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero.
                                                                   Hermann Hesse
                   
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                                                                     Charles Dwyer

ANDO

Ando seca
ando ausente
ando echando los gritos al aire
caminando a mis ancestros
a la música en re
a los trinos de mañana.

Tirano sentimiento mi sufrir de pájaros y zarigueyas
de extrañarte por la calle del revés.

Domina mi madrugada la apología mediática de mis seres.

Ando con piernas cadáver
con pulsiones terrenales
ando del alma, ebria
de los ojos chiquitos
como el sol en el cielo
que no distingo desde mi ceguera.

MARÍA ICÓNICA


No se trata de hablar, no se trata de callar: se trata de abrir algo entre la palabra y el silencio.
                         Roberto Juarroz
                 
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Evening Talks
Małgorzata Majerczyk-Sieczka 

DON'T SAY ANYTHING


Desde el círculo polar
la tundra
las
sombras
encorvadas
de
los
no-vivos
las siluetas a pie del agua
los colores de la nada
el níveo aroma de lo inexplicable.

Mis fríos
mis miedos
la manía de vivir

circunferencia

cárcel
de
huesos

te escucho con mi boca grande
mi boca sumisa

abdico al genio
me postro
habrá alguien afuera

-al que no existe-

desde el círculo polar
incendio
locura

te escucho

don't
say
anything!!

MARÍA ICÓNICA


Matar con el pensamiento todo cuanto se ama: única manera de morir.
Simone Weil.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           
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                                                                          Sustento
                                                                      Susana Munay


MÁTAME

Víveme
las puertas de mi cuerpo he dejado abiertas
el corcel de las ansias se agita
en la idea de ser en sí
el abismo de lo animal
y lo profundo del caos.

Entierra en mí
el plenilunio de las ganas densas de ambrosía
la hora de los dioses se acerca
el nirvana y el limbo se entretejen.

Eres, así, crisol crudo
atenuante de mis penas
de mis ojos tristes, lánguidos,
penétrame en tu humanidad
quiero encontrar en ti
mi naturaleza
y la fuerza de las mareas indómitas.

Hazme
deshazme
marchítame
reverdéceme
mátame.

MARÍA ICÓNICA

En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: sigue adelante.
Robert Frost.
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                                                                   Desiree Dolron



 LA VIDA PASA
Adórame como a un dios
mi naturaleza pagana
mi naturaleza, cuna de albedríos que nadie usa,
desátame la piel mortaja

descálzate

desnúdame

vaguemos los mundos sin premura
cabalguemos incestuosas el potro de las ganas
dismorfa es mi sed
acuosas mis dudas.

¿Quién despertará a la bestia que duerme intranquila?
mi vientre es su morada
tu vientre mi guarida,
desármame las formas
que los riscos se dobleguen a tu instinto
y los ríos corran desbordados.

Por la ribera de tus muslos
vendré de noche
a endiosarte
a luz daremos tinieblas diurnas

ángelus nocturno

como íncubos insaciables
como indigentes muertos de hambre.

Adórame, ahora,
la sangre brota
la vida pasa
el ardor arde.

MARÍA ICÓNICA



 Como un mar, alrededor de la soleada isla de la vida, la muerte canta noche y día su canción sin fin.
Rabindranath Tagore

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 Desiree Dolron


EL INEQUÍVOCO SONIDO DE LA MUERTE

Descalza iré
ya sin el lastre de esta vida a cuestas,
ya sin mí.

En esta crónica de anuncio mortal
de tiempo cínico y kármico.

Oh dios de las eras,
de los crones y eones
de la milésima infinitesimal
del llanto y del dolor
de oro y mirra

-apacienta mis quejas-

arrodíllate
ante

que en un cerrar de ojos
te daré
todo el sufrimiento del mundo,
a mí me ha sido dado
y yo lo doy a quien quiero.

Descalza iré
sin el bagaje
de los daños.

¿Qué hay si luché las batallas?

¿Qué hay si nunca perdí?

La victoria es agria
cuando es contra el cuerpo
que la carne se pudre a jirones
sin oir jamás al individuo que la habita
sin piedad de sus lágrimas
ni su sangre.

Me espera mi madre en nuestra última cita
danzaremos alas y alcatraces
sembraremos margaritas
segaremos estiércol.

Y el sonido de la muerte, inequívoco,
inflamará nuestros corazones
perdidos
en la fragua de amar y dejarse amar
de cocinarse a fuego y a incienso
a lechos cargados de dolores
como santo viacrucis.

Iré
con mis gafas de sol
y mi armani,
uno nunca sabe a quién se encontrará.

MARÍAICÓNICA


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 Margarita Sikorskaia

LEONARDO

Decires de otoño
filtran tu rostro entre las rendijas
entender intento tus ojos
y tus manos cuando hablan
pero las palabras son insuficientes
para entender.

Seis años no bastaron
y sin embargo
transacciones subliminales
plagaban mis sueños
inocencia vertida en un cáliz
que no bebiste
recuerdo de fracciones
de facciones.

Una estructura molecular
pende de mi edificio
las escalinatas son sólo ruinas circulares
en las que no
no se miran círculos
sino rendijas
y tú y tu rostro.

No sé cómo decirte, padre muerto
cuán muerto debe estarse
para no ver
tú me echas de menos padre muerto
ahora que has muerto
yo te echo de menos

…desde el principio.

María Icónica


¿Qué puedo hacer con lo que me resta de vida?
                                                    Gao Xingjian

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 Marta Orlowska


LA VIDA

Romería,
tertulia de media tarde
cuando las horas florecen en el campo
y los humanos se pudren en las aceras

vida de asfalto y de traiciones.

Los ojos enredados en sus órbitas
y el alma en su vaguada
pronostica mal tiempo para hoy
y mañana
mientras estemos vivos
que el laberinto del sentir
nunca es lo mismo sin nosotros.

Y los gatos a la ventana
y los perros en sus loas
las serpientes por las cornisas,
se arrastran para no ser vistas
mientras los ácaros alborozan en sus victorias de cama.

Me falta el aire hoy,
un poco,
aire centrífugo me arremolina,
me aprieta las sienes,

tú allá en la nada, madre, estarás mejor.

María Icónica

No hay curso húmedo
ni soliloquio excéntrico
sin la prosa arrítmica
del dolor infame
sin la herejía cómplice
de medianoche
donde solo el insomnio entiende
los ritos de la lucidez.

Cavernario dolor
entre las tripas
ambiguas en su majestad y potestad
de hambres
enjutas en su lecho
que no de muerte
pero sí de días inútiles a la deriva.

Mendiga de pérdidas
si no fueran vastas
si no fueran misóginas entre ellas.

El pudor resulta falso
para el que de dolor no entiende.

Esas madrugadas húmedas
de esterilidad
ese silencio permitido y solapado
ese grito ahogado en la célula
en la médula
en las ingles.

Harta…
expedir podría mi referéndum mortuorio
pero excéntrica
muero
sin invitar a la protagonista.

María Icónica
 
 En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: sigue adelante.
Robert Frost

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Ryan Donato

LA VIDA PASA

Adórame como a un dios
mi naturaleza pagana
mi naturaleza, cuna de albedríos que nadie usa,
desátame la piel mortaja

descálzate

desnúdame

vaguemos los mundos sin premura
cabalguemos incestuosas el potro de las ganas
dismorfa es mi sed
acuosas mis dudas.

¿Quién despertará a la bestia que duerme intranquila?
mi vientre es su morada
tu vientre mi guarida,
desármame las formas
que los riscos se dobleguen a tu instinto
y los ríos corran desbordados.

Por la ribera de tus muslos
vendré de noche
a endiosarte
a luz daremos tinieblas diurnas

ángelus nocturno

como íncubos insaciables
como indigentes muertos de hambre.

Adórame, ahora,
la sangre brota
la vida pasa
el ardor arde.

MARÍA ICÓNICA


****
Madre, estoy bajo fuego
de silencios como kamikazes
de agonías inauditas
de todas las espinas en la carne.

Me asaltan los gorjeos de las aves
me espanta la luz del día
en mi plena oscuridad
no sé cómo adaptar este cuerpo muerto
estas piernas rotas
esta piel ajada y vieja.

Madre
estoy bajo fuego
mis ojos arden, secos
mis manos reptan la casa
por las rendijas escapa la vida
y esta alma mía, no se rinde.

María Icónica 
























MADRE

Cantidad de cosas, madre,
ahora que no estás
se agolpan en el vacío de mi existencia
resbalan de las paredes
como el cosmos del caos.

Cantidad de miserias relamidas
de cantares sin destinatario
de promesas espurias.

Y me arrastro
como serpiente antigua
repto los árboles
hablo en fábulas.

¿Qué diré madre,
ahora que no estás?

Se me agolpan las memorias afiladas
me carcomen
me nutre la maldad del aire
que no cesa
y abre mis células
e inspiro

mi pecho late

y no sé por qué.

María Icónica



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                                                                         Lilith, 1867.
                                                  Dante Gabriel Rossetti (British, 1828–1882)


HIJA DE LILITH

La batalla que libra el cuerpo consigo mismo -contra sí mismo-
la que libra contra morfeo de noche y eros de día.

La de la forja ancestral
para llevar el pan empapado de sudor a la boca

sangre que fluye y corre en algunos
y en otros anuda,
colapsa
en iones hipóxicos y maltrechos.

La batalla que libra en otra piel -en otros huesos-
simbiosis muda
danza eterna de creencias vanas.

Yo seré tabú
de una sociedad desmembrada
de este monstruo acéfalo
reptil
y quimera.

Mi casa no fue el edén
a mí me parió Lilith
me devolvió de sus entrañas
me conjuró y me maldijo
ahora me arrastro
siseo
me enredo en los cuerpos huésped
los mato.

Mi meta es no sentir el temblor de mis mareas nocturnas
el sabor endémico de mi boca amarga
el humo que niebla mis ojos y me vuelve surreal.

Mi meta es morirme.

María Icónica

                                                                              ****


QUE UN DIOS

Caminar descalzos sobre los tejados
como los gatos
y no volver la vista atrás.

Diluirnos en el café de las mañanas
repasar las calles como lecciones
sometidos a esa multitud desprolija
vernos sin mirarnos
mirarnos sin reconocernos.

Somos esa frase que aprendimos a decir
somos la creación de cualquiera
menos la nuestra
libre albedrío sujeto a la física

ánimas que un dios olvidó.

María Icónica 


 Zhang Linhai (張林海).


DIECISEIS


Esas tardes lluviosas
mirándonos a nosotras mismas desfragmentarnos en gotas y malabares,
en madrugadas húmedas de deseo,
a los dieciséis
no existen los dilemas,
ni los días
ni las horas
ni los miedos.

Yo,
tan
niña
enferma

tan igual en medio del caos
tan apretujada en mí.

Y esta vida vertiginosa que oprime
y este silencio callado y sofista
para no cometer falta.

A los dieciséis no hay futuro,
yo sería astronauta
y tú el primer polizón del viaje a Venus.

Después crecimos... ya no pudimos mirarnos a los ojos.

María Icónica


SECULAR

Los perros de madrugada
con sus fauces trogloditas
engullendo el resquicio de mi mente
ocultando tras de sí
la culpa y el delito
que supone al ser descarnado
que desnudo e indefenso
despierto a su humanidad
¿qué hace el hombre?

¿Cómo se soportan los siglos y las eras?

Los perros
con sus cabezas pendiendo del hilo de la conciencia
amarga e imperfecta
mordiendo la moribunda mano
la que claudica en su sed de vivir
de transmutarse inútilmente
en sanadora de heridas
en luz violeta inmortal.

Los perros, mis aliados
los de afilados molares
prestos para devorar este apartheid secular
donde me hallo.

María Icónica

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Solitude of Dreams
Johnathan Harris

 Soledad

 Soledad está cansada de estar sola, se acurruca en el firmamento de los sueños y se duerme.
Soledad se despierta en soledad nunca ha sabido conjugarse con  el mundo.
Soledad se mira a los ojos y se miente se tiende la mano y se cuenta cuentos.
El ruido de afuera, soberbio, ensordece.
Soledad escucha gritos, dolor de lágrimas, injurias de sufrimiento, retiene el aliento para pasar desapercibida, se arrincona a la orilla, piensa: A veces la soledad es mejor que la compañía.
Soledad es un rito, su madre le prende una vela todos los días.
Soledad sangra.
Desnuda y descalza, hecha ovillo, con fría indolencia observa el hilo de sangre que fluye, que se acurruca en el silencio que de pronto se torna rojo, sin gritos ni llanto, su mundo se desmorona pero ella se yergue, se toma de la mano, sonríe, se va, atrás deja la ira y la injuria y el sufrimiento y el dolor.

MARÍA ICÓNICA




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Thomas Saliot 

Dormir

Dormir así como simientes
la prestancia del daño, a la puerta,
y los otros días
ya sin nosotros
duermen igual
en su desmemoria.

MARÍA ICÓNICA



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                                                                          Margaret Keane


                                                               Desperté con el sereno de los días
                                                               con el cansancio de la soledad
                                                               que me acongoja en sus cimientos.

                                                               He querido correr y encontrarme
                                                               o disiparme en la certeza de mi huida.

                                                               Desperté con los dedos difusos
                                                               y los ríos en la garganta
                                                               con las almas de los muertos en festín.

                                                                He llorado largo.

                                                                He muerto de risa.

                                                                María Icónica


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James Abbott McNeill Whistler


Padre
el silencio me habla
y una niña dentro, llora
las flores marchitas se mueven en sus nichos
y tú
y tu aura tan estáticos
tan disminuido en tu dolor
padre
tan extraño este silencio.

¿Qué haré con las horas?

¿Qué harán conmigo?

Soy un harapo
un títere del tiempo
y
tu
ataúd
padre
nuestro viejo conocido.

María Icónica



De Locos

Asistir a mi respiro
mis manos, gangrena de tu piel
soliloquio excéntrico
... por las cuatro esquinas
y los seres que miran
viven
mueren
hieden.

Consagrarme a tu causa atroz
a tu abadía asceta
ser tu diosa esclava
tu pretendiente sutil
miedo
quimera
mortaja.

Cónclave de son
tus labios hechizos
tus muslos desnudos
galope de madrugada
destierro de locos
mis manos sotanas
te cubren
te aluden el sueño eterno y pederasta
de amar como niños
coger como ancianos
sufrir como adultos...

María Icónica



Incienso Y Mirra


Todo pasa
las tinieblas que la luz desdeña
el frío inhóspito
 de los muertos que no mueren
las peroratas inútiles de los días
la mudanza de los cuerpos en su eterna descomposición
la añoranza de ayeres insulsos
el silencio anárquico que decide por sí mismo.

Somos del río y de la mar
de cualquier leyenda urbana
somos lo que la civilización nos ha enseñado
aunque la civilización no exista
somos de hábitos de desmanes
de ambrosías fálicas
todos queremos ser lo que no somos
todos somos un paso hacia nosotros mismos.

Qué somos
si todo pasa
hasta el viento cruel que deshoja
hasta la humedad insidiosa que trasquila.
Somos los años y los daños
muñecos de papel a merced
vigía y barco
incienso y mirra.

María Icónica.

    Qué es la muerte para el que de frente, la mira.
María Icónica


Desierta
malograda
como luna que no llena.

Los caminos de neón
que no recorrí
las resacas de las que oigo
y no imagino.

Un poco de rellano en este collado
un poco de liturgia sangrienta
por mis ritos

compasión y piedad

para este engendro

que a los monstruos también los creó Dios.

Ansias febriles
pies de asfalto
sentidos cuya rigidez evoca el post mortem
el insufrible reclamo de esta sed inaudita
que alguien con su hiel menguar podría,
cualquier menjurje que despertara a mis lacayos.

Sentir... ecuación intolerante
aguzar los instintos y fallar falazmente
y nunca erradicar el error que nos mantiene vivos.

Cambiar la suerte
a desmanes sociales
tan eficaces como mi boca herida
sin el calor de tus labios
tan enmienda fálica
como tus caderas
en mí.

María Icónica



AHOGO

Esta inapetencia de cosas
a mansalva.

El universo diminuto y terrible
con sus llagas mortecinas
sus confines absolutos.

Inmiscuida libertad
de este encierro, misántropo y hostil.

Tragedia de días y horas
desiderata a ciegas
a llanto
a destierro
sonido ancestral
que no se parece a nada.

Las paredes derruidas
míseras
malhechas
mis seres engreídos
hechos jirones
maledicencia de otros
que no dan la cara.

Frío espectral.

Ahogo.

María Icónica